domingo, 25 de octubre de 2015

Predicción terremoto en Los Ángeles




La ciencia tiene una cuenta pendiente desde hace tiempo: la predicción de los terremotos. Hay que tener en cuenta que por predicción se entiende decir donde, cuando y de qué tamaño será el terremoto que va a producirse (si yo digo que el año que viene va a haber un terremoto de magnitud 8 en algún lugar de la Tierra, seguro que acierto, la cuestión es decir dónde y cuándo).

En 1975, sismólogos chinos predijeron la ocurrencia de un terremoto en Haicheng, en el noreste de China. Entre los fenómenos que se detectaron en los días previos se cuentan cambios en la conductividad eléctrica de la tierra y en la velocidad de propagación de las ondas P y S, comportamiento anómalo de la fauna, alteraciones en el nivel de gas radón y también se observó un aumento en el nivel del agua de los pozos. Con todos estos precursores decretaron una alerta sísmica tras una serie de pequeños terremotos previos, evacuaron a la población y apenas hubo 2.000 muertos (de los más de 100.000 posibles víctimas estimadas) tras el terremoto de magnitud 7.3 que se produjo horas después. 

Desde entonces no se ha podido predecir ningún otro terremoto, la investigación es muy compleja y las predicciones hechas han fallado.

Estos días han aparecido en la prensa diversos artículos en los que se comenta la posibilidad de que en la zona cercana a Los Ángeles (EEUU) se produzca un “gran terremoto” (entendiendo por gran terremoto una magnitud superior a 6) en los próximos 3 años mediante una investigación basada en datos de GPS y radar a partir de un terremoto menor ocurrido en marzo de 2014. Asimismo aumenta la posibilidad de un gran terremoto de magnitud superior a 8 en los próximos 30 años, el llamado “Big One”.


Aunque la investigación sea difícil y compleja es de vital importancia seguir en este camino, puesto que los terremotos es uno de los fenómenos que más víctimas pueden provocar.